Las heridas crónicas son manifestaciones frecuentes de los padecimientos circulatorios.
Las úlceras venosas son las que se presentan con mayor frecuencia y se consideran una complicación de las varices no tratadas (insuficiencia venosa).
No es raro encontrar heridas de origen arterial, especialmente en pacientes diabéticos, fumadores o con otras enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, problemas de colesterol y triglicéridos etc.
Una vez identificado el origen de la lesión se debe iniciar el manejo avanzado de la herida con curaciones periódicas (sin dolor) mediante la aplicación de ungüentos y apósitos especializados para favorecer la cicatrización.
El diagnóstico y tratamiento de las heridas crónicas es una prioridad en la atención de los pacientes con padecimientos vasculares ya que es uno de los pilares para poder reincorporar a nuestros pacientes a su vida cotidiana.
Nuestra atención se centra en un manejo sustentado en guías internacionales, con atención personalizada y de alta calidad.