Los aneurismas son dilataciones anormales de una arteria, consecuencia de un adelgazamiento y dilatación de todas las capas de la pared arterial.
Los aneurismas de aorta son más comunes en varones mayores de 60 años en una proporción de 4 a 1 con respecto a las mujeres. Los factores de riesgo más importantes son la hipertensión arterial y el tabaquismo.
Un aneurisma suele crecer lentamente sin presentar síntomas, a medida que lo hace, los pacientes pueden presentar la sensación de palpitaciones cerca del ombligo. El dolor abdominal, en la espalda o los costados pueden indicar una ruptura inminente, en cuyo caso la mortalidad es elevada.
Una vez diagnosticado el aneurisma es imprescindible dar un tratamiento rápido y adecuado para evitar complicaciones graves.
El tratamiento y vigilancia de un aneurisma depende del diámetro del mismo. Los más pequeños (menores a 5 cm) solamente necesitan control periódico. Los aneurismas que son muy grandes o que crecen demasiado rápido se deben tratar con cirugía.
El tratamiento quirúrgico puede ser llevado a cabo con cirugía abierta o mediante cirugía de mínima invasión (endovascular).