Las arterias carótidas son un par conductos que se encuentran en ambos lados del cuello y permiten una correcta circulación de sangre a través del cerebro.
Con el paso del tiempo estas arterias se pueden ocluir mediante la formación de placas de colesterol y triglicéridos (ateroma), ocasionando una circulación cerebral inadecuada, pudiendo generar embolias o infartos cerebrales.
El hábito tabáquico, el mal control de las grasas y la hipertensión arterial, son los mayores factores de riesgo para acelerar el crecimiento de las placas de ateroma.
En las etapas iniciales de la enfermedad se pueden usar medicamentos para controlar la evolución y el crecimiento de las placas. Sin embargo, cuando hay una estenosis significativa se requiere de cirugía para eliminar la placa y permitir una adecuada circulación.